Hoy y sus circunstancias, hablando bajito para que no nos oigan. Gritando hasta más no poder para que se enteren en el otro lado del océano. Matices, decisiones diarias, personales, formas de vivir, de enfrentarse al momento, de lidiarlo con mayor o menor maestría. Los toreros saben de lo que estoy hablando, porque ellos lo practican a diario, simplemente experimentando en carne propia lo que es una decisión acertada o no, dependiendo del asta del morlaco en cuestión. Puede que pase por el lado como cortando el viento, pero de igual modo puede atravesar la carne con la mayor facilidad del mundo, abriendo el cuerpo al mundo, unión de animal y hombre, desde todos los puntos de vista posibles. Aunque al final la custión se reduce a ser pillado o no.
Todo esto para que no se note de lo que estoy hablando, para disimular una vez más, silbando al viento, asintiendo sin más, en un curso de acontecimientos despedidos por el tiempo, lastre que soltar, fuera amarras …
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web
