Vuelve la luna llena a moverse por estas esquinas del boulevard de los sueños rotos, desperdigados van los devotos, esperando por el camino verde, resguardándose de la lluvia que ya no está entre nosotros, descanse en paz, por lo menos durante unos cuantos días, mientras nuestro amigo el sol, se asoma a este placido mes de febrero, envuelto en sábanas blancas de algodón mullido, cubierto de chocolate fino, con fuerte personalidad, arropada por el corazón desbocado, mirando el más acá sacrificando todo aquello que se nos antoja preciso, masticando la realidad, mar a dentro, más y más preciso de lo que cabe imaginar, sintiéndose grande, reflejándose en el lago Michigam, con m de mediocridad, imperante en el ambiente, tan presente en los medios que son cuartos menguantes …

Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web