Como en una película, ahí estamos todos en este barco sin rumbo, movido por el viento estelar, los pájaros siguen la estela del polvo que se levanta al andar por entre los salones enmoquetados, sintiendo todo eso que llevamos dentros sin darnos cuenta, reacciones que nos defienden del exterior que nos invade. Hoy estoy acatarrado, congestionado como las calles que veo desde mi ventana otoñal. La gente por la calle dice que tiene calor y mientras yo voy con bufanda porque estoy enfermo, me duele la garganta de tanto cantar a cubierto, dentro de las salas de conciertos, en los coches avanzando hacia el campo de estrellas, caminando por entre la niebla, de la mano del pasado que me nubla la vista, será la fiebre que me hace delirar por entre las tinieblas de aquí al lado. Ya veo la salida, y la aspirina me ayudará a soportar los virus y las bacterias que hoy están hospedadas en mi cuerpo serrano. Ahora vuelve a ser hora de irse a dormir, después de tomarse algo caliente con miel, una pastillita, y vuelta y vuelta …

Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web