Serpenteando
Siento especial debilidad por los senderos serpenteantes, caminos de tierra que dibujan y atraviesan los campos verdes, los secos, orillas de un riachuelo o de un gran río embalsado. Por montañas y por valles, subiendo, bajando y llaneando, haciendo eses, buscando el camino en cada paso, disfrutando con cada pisada, que nos acerca más a la meta, que no es meta sino nuevo comienzo, sintiendo tierra (que parece agua, fluyendo tiempo abajo) firme bajo los pies, que apuntan al cielo, con nubes o sin ellas, mecidas por aire que refresca al caminante, cortavientos , esencia invisible que va limpiando el sendero.
Y mientras, van apareciendo paisajes, seres, vida a los lados, atravesada por el caminante, viva, en movimiento, rápida o lenta, la velocidad es lo de menos, todo se mueve aunque no avancemos.
Será por todo eso y por algo más por lo que siempre me han fascinado ese tipo de caminos …
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web