Las ocho y treinta y ocho …
Cae la noche y todo se vuelve más tenue, el tempo cambia, los gatos se vuelven pardos. Las sombras dibujan en las pupilas lo que quieren ver, amparados por la nocturnidad y la alevosía que lleva aparejada.Almas desorientadas, buscando calor mientras sopla el viento norte...