Es hora de enseñar, es hora de aprender. Cualquier momento es bueno para hablar y transmitir cosas valiosas. Incluso dando vueltas bajo el frío navideño. Con las manos y los pies congelados, pero con el corazón caliente. Con cuentas pendientes que se transmiten de generación en generación. Viajando para ver a las personas que importan. Reencuentros con el pasado o con el futuro. Mientras, los peces siguen nadando en el río. El pescador experimentado está en la orilla, transmitiendo conocimiento, traspasando sabiduría adquirida, que se verá enriquecida con la propia experiencia …

Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web