Hay que agarrarse fuerte para no caerse de la cornisa del rascacielos que habitamos, a medio camino del cielo que nos vio nacer, a donde volar cuando tenemos un rato, para tomar distancia, siendo juez y parte de lo que queda por discutir, acuerdo verbal sellado sin palabras, sólo con besos que nunca se dan, que se van volando por ese sitio del que vienen invisibles, arrastrados por el viento molesto que despeina las melenas del mundo, mecidas en una mecedora hecha a mano, suave, acariciando el corazón que ilusiona al descontrol, atado a ese caballo que todos llevamos dentro …
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web


Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Escanea el código
¡Hola!
¿En qué podemos ayudarte?