Una pareja de turistas enamorados sube hasta un monte próximo a una ciudad costera. La noche es clara y a sus pies se despliega la magnífica bahía, con su agua oscura y el gran arco formado por las luces de la ciudad.
-¡Mira, querido, todas esas luces! -exclama la joven mujer-: son otras tantas personas que viven, aman, comen, duermen, sueñan …
-Pues… -interviene su acompañante- yo creí que todos esos pequeños puntos luminosos eran simplemente luces.
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web


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