Peces voladores …

Peces voladores …

… que vuelan, porque quieren descubrir nuevos territorios, algunos inexplorados, otros no recordados, sensaciones guardadas en en el baúl con llave y cerrojo. Volando sobre el mar y la tierra, sintiendo el aire en las escamas, secas por los rayos cósmicos.

Ojos bien abiertos para no perderse nada, pero algo pasa desapercibido, un seiscientos verde emerge a la superficie, viene del pasado, del múndo de cuéntame cómo pasó, que no tiene necesariamente que haber sido así.

El mítico modelo desembarca en la playa, que no es de Normandía, pero como si lo fuera, porque lucha contra la complicación absurda, ya que él viene de un mundo donde los motores son muy sencillos, motores en la parte de atrás, con las puertas abriendo al revés. Todo evoluciona, pero aún recuerdo aquel seiscientos, rodando cuesta abajo, después de haberle quitado el freno de mano, saliendo en marcha con la inconsciencia de un niño, de ese ser que todos llevamos dentro cuando tenemos cinco años.

Ahora los peces vuelan, mientras los gatos bucean en la realidad para cazar, si es que se puede decir cazar en el mar, que aunque no se diga ahí queda, pues cazando anchoas vivas y coleando, no en Quintas de Mora, sino en el Cantábrico, que es donde saben mejor, desde Santurce a Bilbao …

Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web


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