Reformas
Cambiar las formas siempre resulta complicado. Hábitos instalados en años, difíciles de corregir por los intereses que se esconden detrás. Privilegios que no se quieren ceder, ni tan siquiera las migajas.
La realidad esclava de la perspectiva parcial, lejos de la objetividad, cerca de la pulsión de los instintos más bajos, arrastrados por el afán de poseer en todos los sentidos.
La reforma cuesta porque hay cosas que nunca cambiarán. Un pequeño paso para la reforma es un gran paso para reformar otras cosas, vencer rigideces que atenazan. Saltar la valla de la razón para avanzar. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente …
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web
