Hoy toca hablar de fútbol, después de pasar de cuartos, en un día de verano, que se palpa, claro que se palpa, sin misticismos, sólo con las yemas de los dedos. Cantando la chicharra por la tarde. Desperezándose del miedo ancestral, del sentimiento de inferioridad, de los temores arraigados después de muchas derrotas que quizá se vieron forzadas por la mentalidad histórica.

Unos hombres vestidos de corto tienen pendientes a millones de personas ante una caja tonta, caja que atrapa los cerebros y les impide tan siquiera pensar, sólo parasitar viendo un balón de aquí para allá, con una sacudida de adrenalina cuando llega a la red. Orgasmo de pasión, tensión acumulada que se dispara sin control.
Una vez terminado, el sentimiento es de gozo, de ganadores, porque el rojo triunfa la víspera de la noche mágica, hogueras para quemar todo lo que sobra, todo lo negativo, efecto purificador después de tanto fútbol …
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web


Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Escanea el código
¡Hola!
¿En qué podemos ayudarte?