Tuviste tu oportunidad y la dejaste escapar, puede que por incompetencia, por impaciencia, por demasiado ímpetu. Qué más da. Ahora ya no tiene sentido lamentarse, sólo queda correr hacia adelante, correr y correr cada vez más rápido, en coches separados para poder alcanzar la meta. Mientras anochece con luna llena de farola de guardia, toda la noche hasta que se caliente el asfalto que nos verá pasar hacia el triunfo, de la mano, o poniéndonos zancadillas con el lenguaje no verbal. Ahora toca dormir y despertar, paso a paso, zancada a zancada, mirando al horizonte reflejado …

Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web