Movimientos imperceptibles …

Movimientos imperceptibles …

Las horas muertas a la sombra de la estatua reclinable. Sin evolución aparente, lo que no mejora empeora. Los segundos pasan y no vuelven. Es muy fácil soltar palabras al aire, frases indescrifrables que sabotean la mente, desorientando al lector por los vericuetos del lenguaje pedante, huyendo de la claridad y concisión que no permiten que salgan movidas las fotos a mediodía.
La noche compostelana confunde como las demás, calle abajo, rodando sin más, a golpe de pedal, con luces y reflectantes para no ser atropellados por Cervantes, que ya lleva unas copas de más y un brazo de menos.
Es hora de morder cuellos y de beber sangre, la noche nos ampara a los vampiros de agosto, los días empiezan a caer, el otoño ya se ve en las primerizas hojas caídas, avanzadilla de una revolución silenciosa, murmullos del viento por las esquinas sigilosas, sedientas de licor café.
Xaime Cortizo Fotografía, Diseño y Comunicación Web


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